La clave que revolucionó mis hábitos y los de mis pacientes
- Laura L
- 29 ago 2024
- 3 Min. de lectura
Hace 29 días comencé un reto personal, necesitaba un boost de energía que me impulsara todos los días. Por eso comencé mi reto de 34 días “combo boost”, durante ya casi 34 días me he enfocado en desayunar suficiente y hacer ejercicio. No pasaron ni 5 días para que mis antiguos hábitos y creencias salieran en automático, el ejercicio comenzó a sentirse agotador, obligatorio y la resistencia comenzó a presentarse.

Mi cabeza se estaba llenando de frases como; pero hoy no sudaste, ¿sólo vas a estirar?, debiste caminar más, sería mejor hacer ejercicio que te exija más, tienes que hacerlo antes de las 7:00 hrs, ¿sólo vas a agregar una verdura?, ¿no deberías desayunar más balanceado?, bla bla bla.
Patrones que en algún momento me fueron muy funcionales pero actualmente sólo me estaban agotando, aburriendo y claramente cada día despertaba con la “obligación” de hacer ejercicio y desayunar “balanceado”. Nuestro sistema nervioso guarda todos nuestros secretos y en ocasiones nuestro cuerpo reacciona de manera automática, sacando esos patrones conocidos aunque hoy no sean lo mejor para ti.
Afortunadamente en los últimos dos años he venido aprendiendo y entendiendo más sobre el sistema nervioso, sobre cómo nuestros hábitos se modifican según nuestra historia, creencias, contexto familiar, cultura y traumas. Y hacer "combo boost" me recordó que conocer mi sistema nervioso fue la clave para notar que estaba desregulada e intentaba crear nuevos hábitos desde un lugar que se sentía como caos e inseguro para mi cuerpo.

Por muy disciplinados que seamos, necios, tercos o cómo le quieras llamar, el cuerpo sabe cuando algo te está haciendo daño y nos va a poner límites. Nadie quiere crear un hábito en un ambiente inseguro, es como pedirle a un niño que haga juegue mientras su madre le grita que podría hacerlo mejor o que nunca lo hace bien.
Sabía que tenía que poner manos a la obra e inmediatamente retomé mis ejercicios de respiración para calmar mi ansiedad y mis bailes sola que tanto me animan e inyectan un sonrisa.
Tomó sólo unos días para que mi flexibilidad, creatividad y conexión corporal comenzarán presentarse más. En lugar de hacerlo antes de las 7:00 am lo ajustaba según mis actividades, durante mi menstruación baje el ritmo y reforcé mi desayunó y deje de obligarme en viejos patrones de exigencia, claramente ya no tengo el cuerpo de hace 10 años y debo respetarlo.
Fue impresionante como mi cuerpo respondió a esos pequeños ajustes, mis ganas de hacer ejercicio regresaron, mi rendimiento en días más activos mejoró y mi energía creativa a lo largo del día se mantuvo y hoy 29 días después de haber iniciado, ni siquiera pienso en cuándo termina porque he podido crear un hábito de manera sostenible y disfrutable.
Hoy sé que adaptar mi desayuno y ejercicio al ritmo de mi cuerpo me trae más beneficios que querer ajustarlo a mi mente y a lo que “debería de”.
Si como yo te has sentido frustrado al crear un hábito, no logras tener la disciplina que te gustaría o simplemente esos hábitos no logran encajar en tu vida, te invito a mi nuevo programa “Cuerpo seguro, hábitos sostenibles” dónde durante 10 días vamos a explorar cómo el sistema nervioso te ayuda a crear un ambiente seguro para incorporar nuevos hábitos a largo plazo.
Con cariño,
Noah (mi cuerpo jaja) y Lau 🫀








Comentarios