Tu placer no merece tu culpa

Como he compartido antes en mi podcast, Tu cuerpo habla, durante pandemia me di cuenta que mi relación con mi cuerpo y el ejercicio no era la mejor y pensé que en la comida no había problema, hasta que comencé a observarme. Observar que siempre “debería comer mejor”, “podría agregar más verdura”,

“que no debería tener tanta hambre porque acababa de comer”.

Y esa voz crítica y constante en mi cabeza mientras comía no me estaba permitiendo disfrutar mi comida. Siempre he sido amante de la comida y nunca me había detenido a ver que mi culpa y exigencia por no comer como “debería” me estaba robando el placer por la comida.

Buscando otra posibilidad de comer saludable entendí que la culpa se aprende. Sentimos culpa al hacer algo <malo> y yo no estaba haciendo nada malo, sólo había aprendido que era malo.

En un proceso de compasión, observación y mucho desaprender, fui cuestionando y cambiando muchas creencias que me hacían sentir así, te comparto algunas de las creencias que tuve que resignificar:

• Todas tus comidas deben tener verduras.

• No debes comer algo dulce antes de algo salado.

• El postre te lo debes de ganar.

• Los hombres comen más que las mujeres.

• Los postres sólo se comen en fines de semana o situaciones especiales.

• Las nutriólogas no comen papas.

• Debes dar el ejemplo como nutrióloga con lo que comes y tu cuerpo.

Como podrás ver no estás solo, pero que sea común y normal no quiere decir que es saludable y lo mejor para nuestra salud mental y física. Y la buena noticia es que se puede cambiar, existen otros caminos para relacionarse con la comida ir recuperar el placer por comer.

Si te sientes listo para romper el ciclo de culpa y miedo con la comida y soltar creencias que sólo te llevan a bucles mentales únete a nuestro “Sin culpa y sin miedo” que impartiré junto con Marjorie Cordova. Conocer más en la liga debajo.

Quiero comer sin culpa y sin miedo

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